Hablemos de moda, bicis urbanas y por qué no, también de Mountain Bike.
No podemos negar que hay un aumento importante de bicicletas antiguas restauradas callejeando por nuestras ciudades. Muchas de ellas sin frenos, con piñón fijo, sillín Brooks, manillares acortados hasta el límite de una conducción segura y un estilo que mezcla ciclismo de carretera de los 80`s con componentes que perduren en el tiempo sin la más mínima puesta a punto. Sobre ellas vemos a gente de todo tipo, muchos con pantalones ajustados usando cordones de zapatillas como cinturones. Los chicos siempre con barba, algunas chicas con un lado de la cabeza rapado, camisetas grandes recortadas en verano y gorros de lana ladeados en invierno. Todos aparentan llevar un estilo cómodo y desenfadado, pero a mi no me engañan, sé que cada prenda está calculada al milímetro para cumplir con los cánones que implican ser un Hipster Ciclista Urbano.
Bromas a parte, existe un movimiento de jóvenes ciudadanos a favor de la bici muy aceptado en nuestro país y eso me alegra y enorgullece. Están consiguiendo ganar batallas al caótico trafico de las principales ciudades a base de unirse por una causa común, tomando acción, exigiendo sus derechos y planteando proyectos y soluciones para una vida en común. A mi parecer todo ese éxito que están teniendo es gracias a que están creando moda, han conseguido formar una comunidad moderna a la que la gente le gusta pertenecer. Casi toda la juventud está a favor de ir a trabajar en bici, ya que además de activar el cuerpo y la mente, aporta libertad, salud y reconocimiento (te lleva directamente a pertenecer a un selecto grupo de jóvenes modernos, activos e intelectuales que ayudan a crear un mundo mejor).
Nada que ver con el estilo mountain biker español medio (sin ánimo de ofender a nadie), la mayoría embutidos en licras apretadas muy coloridas anunciando alguna marca de ciclismo o algún club ciclista local. Barriga prominente, clásico moreno «obrero», casco mal ajustado, guantes recortados y de cuando en cuando alguno nos deleita con una riñonera fluorescente de aquellos maravillosos años. Las bicicletas son un mundo a parte ya que hay de todo, pero es difícil ver a algún biker con la bici bien ajustada, muchas ruedas con la presión baja, así como el sillín que también lo llevan por norma general muy bajo. La potencia y el manillar al contrario suelen ir altísimos y con múltiples accesorios para enganchar el móvil, porta-herramientas, botelleros, cuenta-kilómetros y por supuesto cuernos, muchos cuernos…
Permitirme afirmar entonces que el Mountain Bike español no está de moda, no creamos tendencia ni añadimos una cualidad actual que venda señores. Si es verdad que somos de los países con mayor número de usuarios y probablemente uno de los países con mejores condiciones atmosféricas y geográficas para la práctica del MTB. Pero pocos conocen lo que es la esencia de este deporte (que no es otro que buscar diversión y técnica mientras pedaleas por la naturaleza). La gran mayoría practica una especie de ciclismo de carretera adaptado a la montaña que se basa en meterse palizas por pistas anchas y que a la hora de bajar se van cruzando con senderistas a 50km/h por una pista de curvas ciegas y repleta de regueros peligrosos. Otros países como Inglaterra, Francia, Alemania, E.E.U.U. o Canadá han conseguido crear tendencia haciendo que mucha gente joven (y no tan joven) quieran pertenecer a ese selecto grupo de bikers que disfrutan de senderos divertidos específicos para la bici de montaña. Las personas que controlan las leyes, los terrenos públicos y los ayuntamientos se han dado cuenta y han conseguido llevar a cabo múltiples proyectos habilitando espacios para la práctica de este apasionante deporte. Hablamos de centros de Mountain Bike de verdad, Bike-Parks y parques públicos donde además de tener circuitos para running, estaciones de gimnasia, centros de golf, campos de fútbol y demás, también tienen su sendero específico para la bici de montaña. De esta manera todo el mundo tiene la oportunidad de experimentar lo que es hacer Mountain Bike, abriendo la puerta a los más pequeños e inexpertos liberando las cadenas de un mercado que en España todavía no ha llegado a explotar.
Probablemente, si viviese en el centro de Madrid, también tendría una Fixed y me dejaría crecer la barba. Pero mi situación es distinta, vivo en la periferia y mi camino del trabajo a casa se puede hacer sin pisar el asfalto. Salir de casa a primera hora de la mañana y pedalear en silencio escuchando mi propia respiración y los pájaros cantar, ver como sale el sol y de cuando en cuando se cruza alguna perdiz o algún conejo, eso los Hipsters de ciudad se lo pierden. Pero mi mayor tranquilidad camino al trabajo es tener la certeza que nadie me va a gritar al oído y que nadie va a poner en peligro mi integridad física.
Pero entiendo que las reivindicaciones ciclistas empiecen por las ciudades y que los grupos colectivos más de moda desarrollen su actividad por los centros urbanos más importantes. La realidad es que gracias a ellos, nosotros (usuarios de la bici de montaña) también salimos beneficiados, pero creo que no estoy solo cuando reivindico más derechos para la bici de montaña. Al igual que se invierte dinero público en crean nuevos carril-bici, bici-líneas, alquileres de bicis públicos, etc,… También se debería construir una red de senderos naturales que alejen las bicis del tráfico y que comuniquen distintas localidades y ayuntamientos para que pueda haber una movilidad real accesible también para la bici de montaña. Cuanto más espacios reservemos para crear senderos ciclistas, más vida tendrán nuestras comunidades y por lo tanto, más futuro.